Hay un lugar en donde todo parece olvidado, abandonado, semienterrado en la arena y en el tiempo.
Un lugar al que me gusta volver cuando todo me parece perdido. Un lugar en donde me encuentro, y me quedo.
Un paraje natural salpicado de búnkers escondidos, erosionados por el mar y por el viento. Restos de hormigón y hierro alemán, pintados, tatuados, que me hablan, me hacen sonreír e incluso imaginar un cuento.
Un lugar en donde el sol se esconde en el mar y te sale al encuentro un atardecer pintado, sorprendente, cada día distinto, como un lienzo vivo.
Hay un lugar.... la playa de los búnkers olvidados, uno de mis rincones favoritos.
Un lugar al que me gusta volver cuando todo me parece perdido. Un lugar en donde me encuentro, y me quedo.
Un paraje natural salpicado de búnkers escondidos, erosionados por el mar y por el viento. Restos de hormigón y hierro alemán, pintados, tatuados, que me hablan, me hacen sonreír e incluso imaginar un cuento.
Un lugar en donde el sol se esconde en el mar y te sale al encuentro un atardecer pintado, sorprendente, cada día distinto, como un lienzo vivo.
Hay un lugar.... la playa de los búnkers olvidados, uno de mis rincones favoritos.
Qué pasada Kristina, impresionantes!. Un fuertísimo abrazo.
ResponderEliminarGracias Dolors, otro abrazo también para ti.
Eliminar¿Dónde se encuentran, Kristina? Es increíble. Un saludo¡
ResponderEliminarSe encuentran en las Landas francesas, concretamente en la playa de Labenne.
EliminarSaludos
Me recuerda a cierto salto base y a cierta nariz ;-)
ResponderEliminarY a mí :)
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