Mi abuela decía que en la noche de San Juan el diablo anda suelto. Y es cierto.
Desde entonces cada verano, en cada solsticio, lo invoco. Escribo en un papelito mi conjuro, mi deseo de verlo otra vez, y lo arrojo al fuego de la hoguera, porque el fuego es su reino.
Cuando el papel arde y se vuelve azul, salto y atravieso el aliento sobrenatural de la llama, y siento su calor y su olor mientras le revelo el fuego de mi cuerpo.
Esa noche, en mi habitación, abro la ventana de par en par y dejo que entre la brisa caliente con aromas de azufre de brasas remotas.
Y desnuda, tan sólo cubierta por una ligera sábana de verano que me quema, espero su llegada.
Si te ha gustado, te gustará
- Ven un poco
- Sonámbula
- En el coche fantástico
Desde entonces cada verano, en cada solsticio, lo invoco. Escribo en un papelito mi conjuro, mi deseo de verlo otra vez, y lo arrojo al fuego de la hoguera, porque el fuego es su reino.
Cuando el papel arde y se vuelve azul, salto y atravieso el aliento sobrenatural de la llama, y siento su calor y su olor mientras le revelo el fuego de mi cuerpo.
Esa noche, en mi habitación, abro la ventana de par en par y dejo que entre la brisa caliente con aromas de azufre de brasas remotas.
Y desnuda, tan sólo cubierta por una ligera sábana de verano que me quema, espero su llegada.
Si te ha gustado, te gustará
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