-Mirad !!- dijo Jon señalando el
cielo.- Un
barco volador !!
Levantamos la mirada y, por unos instantes, la
playa se quedó en silencio. Mikel dejó de llorar, Nerea se olvidó de sus conchas y Jon no se dio cuenta de que se escapaba el cangrejo que tanto le había costado capturar.
De nuevo el velero de la imaginacion surca los cielos....
ResponderEliminarPrecioso kristina
Gracias lobo
EliminarEl cangrejo era el habitante de las aguas que aprendió a surcar... los cielos!!
ResponderEliminarBuen punto de vista, el cangrejo ya conocía el barco y se aprovechó de ese instante.
EliminarQué bonita Kristina! me encanta este fotomontage! un fuerte abrazo y nos vemos por los blogs. Me alegro de volver a poder pasar por aquí!
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